Introducción

En el ámbito de los tatuajes, esta cuestión es especialmente relevante, ya que muchos clientes buscan sesiones más cómodas y sin dolor, pero con la máxima seguridad.

¿Qué es la sedación?

La sedación es un estado intermedio que puede ser consciente o inconsciente, dependiendo de la combinación de fármacos y de la sensibilidad de cada persona. Lo más importante es que el cliente no recuerde nada de lo sucedido durante la sesión, lo que garantiza una experiencia relajada y libre de ansiedad.

En el caso de los tatuajes, la sedación se administra con fármacos a dosis muy bajas, lo que hace que la agresión al organismo sea mínima. El cliente permanece en un estado tranquilo y seguro, sin necesidad de recurrir a medicamentos invasivos o que comprometan funciones vitales.

¿Qué es la anestesia general?

Por el contrario, la anestesia general utilizada en los hospitales es un procedimiento mucho más complejo y profundo. Se emplean fármacos más potentes y en dosis mucho más elevadas, capaces de inducir un estado en el que la persona pierde por completo la consciencia y deja de percibir cualquier estímulo, incluso en intervenciones quirúrgicas de gran envergadura (como abrir el tórax o realizar incisiones profundas).

Este tipo de anestesia suele implicar que el paciente deje de respirar por sí mismo, por lo que se necesita una máquina de ventilación asistida para mantener las funciones vitales durante la operación.

La clave en tatuajes: seguridad y suavidad

La gran diferencia radica en la intensidad del procedimiento. Mientras que la anestesia general requiere un entorno hospitalario y conlleva riesgos mucho mayores, la sedación aplicada en tatuajes es una técnica mucho más suave y segura, ideal para garantizar comodidad sin comprometer la salud del cliente.

Gracias a la experiencia de nuestro anestesista (más de 26 años de trayectoria) y al apoyo de nuestro equipo de enfermería del Levante, podemos ofrecer una sedación legal, controlada y perfectamente adaptada al contexto del tatuaje.

Conclusión

En resumen, la sedación para tatuajes no es comparable con una anestesia general: es un procedimiento ligero, seguro y pensado para que el cliente disfrute de la experiencia sin dolor, estrés ni recuerdos desagradables. Una opción innovadora que convierte la sesión en un proceso mucho más llevadero y satisfactorio.