Introducción

Una de las dudas más habituales sobre la sedación en tatuajes es qué ocurre cuando el efecto de los fármacos desaparece: ¿el cliente va a sentir dolor después? La respuesta es clara: no debe sentir ningún tipo de dolor, ni durante ni después del procedimiento.

Manejo del dolor inmediato

Dentro de la propia sala de sedación, el equipo médico administra fármacos específicos para que, en el periodo inmediato posterior a la sesión, el cliente no experimente dolor alguno. Esto asegura una transición cómoda desde que finaliza el tatuaje hasta que la persona vuelve a casa.

Tratamiento post-sedación personalizado

Además, cada cliente recibe una pauta de tratamiento post-sedación, diseñada de forma individualizada según sus características. Esta pauta incluye:

  • Varios fármacos combinados.
  • Una frecuencia de administración predefinida, que el cliente conoce de antemano.
  • Una duración de varios días, para cubrir el periodo de recuperación inicial.

De este modo, se garantiza que el cliente esté cómodo no solo durante la sesión, sino también en los días posteriores.

El dolor no tiene sentido

Tal y como explica nuestro anestesista con más de 26 años de experiencia, el dolor no aporta nada positivo: no ayuda a la recuperación, no mejora el resultado y carece de utilidad tanto en el ámbito de los tatuajes como en cualquier procedimiento quirúrgico.

Por ello, la filosofía de nuestro equipo es clara: evitar el dolor siempre que sea posible, ofreciendo una experiencia segura, cómoda y completamente diferente a lo que tradicionalmente se asocia con un tatuaje de gran tamaño o duración.

Conclusión

Gracias al uso de fármacos intraoperatorios y a un plan post-sedación personalizado, el cliente no debería experimentar dolor en ningún momento del proceso. La sedación no solo elimina la incomodidad durante el tatuaje, sino que también asegura un postoperatorio libre de dolor y mucho más llevadero.